La base que soportará la Torre de la Libertad, la principal del futuro complejo del World Trade Center, ya alcanzó el nivel de la calle, afianzada sobre 13.500 toneladas de acero
"La estructura de acero ya ha alcanzado el nivel de la calle. Es un hito muy importante para el edificio", dijo a Efe el responsable de comunicación de la Autoridad del Puerto de Nueva York y Nueva Jersey, Steve Coleman, en referencia a la impresionante estructura de metal que ArcelorMittal trajo desde su fábrica de Differdange (Luxemburgo) durante los dos últimos años.
Esta entidad es la encargada de gestionar el proyecto del nuevo edificio, que se prevé que en 2012, cuando esté terminado, alcance los 541,68 metros, cifra que evoca el año de la independencia de los EEUU.
Para levantar la base de esta torre, que ocupará 242.000 metros cuadrados, el grupo ArcelorMittal suministró hasta el momento 13.500 toneladas de acero, de las que 9.800 son vigas "jumbo", unas estructuras que sólo fabrica este gigante siderúrgico y que son las más densas y largas del mercado.
Con mil kilos de peso por metro y hasta 22 metros de longitud, "son unas vigas únicas, con una calidad excepcional, gran flexibilidad y resistencia que sólo se fabrican en Differdange y con material cien por cien reciclado", explicó Jacques Braun, un director comercial de ArcelorMittal.
Así, la base de la futura Torre de la Libertad nace de grandes montones de chatarra fundida y convertida en acero líquido, que toma forma de nuevo en tres líneas de rodillos donde se ajusta con mayor precisión la temperatura del interior de la viga y la dota así de mayor resistencia y flexibilidad.
"Este sistema permite crear una nueva generación de acero que va a servir, entre otros muchos proyectos, para mantener uno de los edificios más emblemáticos del mundo", resume Michael Wurth, miembro de la dirección general de ArcelorMittal y responsable de productos planos.
En números, el costo de cada metro de una viga "jumbo" ronda los 1.000 dólares (633 euros) y hasta el momento, el importe total de los pedidos que el mayor fabricante mundial de acero ha suministrado para el proyecto asciende a 30 millones de dólares (19 millones de euros).
"No hay cifras globales sobre el acero que la compañía aportará a todo el proyecto ni del importe final, porque es un contrato a largo plazo que se va negociando", explican desde ArcelorMittal.
Además del acero para la base de la Torre de la Libertad, la compañía tiene comprometidas 800 toneladas más para las últimas plantas de este edificio, así como para otras construcciones del complejo que llenará el vacío dejado por el World Trade Center tras los atentados contra las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001.
Cada una de las vigas suministradas recorrerá, primero en tren y luego en barco desde Amberes (Bélgica), los más de 7.600 kilómetros que separan Luxemburgo de Nueva York.
"Este proyecto requiere una logística muy importante", explica Robert Engle, el director de esta planta, de la que también han salido vigas "jumbo" para otros emblemáticos edificios como el Shanghai Financial Center o los rascacielos del nuevo centro de negocios de Moscú.
En Nueva York, Kenneth Lewis, uno de los arquitectos del estudio Skidmore, Owings & Merril destaca el papel esencial que juega el acero en esta construcción, donde la seguridad fue una de las claves del diseño.
"El acero se moverá con la torre. Aportará mayor flexibilidad y hará más segura la estructura", explicó Lewis sobre el diseño de un edificio que se modificó expresamente para reforzar su seguridad y que contará con 108 plantas y que culminará con una terraza acristalada a la misma altura de la que tenían las desaparecidas Torres Gemelas y una antena de telecomunicaciones.
En total, la futura torre, que requerirá una inversión conjunta de unos 3.000 millones de dólares, tendrá más de 80.000 toneladas de acero, muchas de ellas de origen europeo.
"La estructura de acero ya ha alcanzado el nivel de la calle. Es un hito muy importante para el edificio", dijo a Efe el responsable de comunicación de la Autoridad del Puerto de Nueva York y Nueva Jersey, Steve Coleman, en referencia a la impresionante estructura de metal que ArcelorMittal trajo desde su fábrica de Differdange (Luxemburgo) durante los dos últimos años.
Esta entidad es la encargada de gestionar el proyecto del nuevo edificio, que se prevé que en 2012, cuando esté terminado, alcance los 541,68 metros, cifra que evoca el año de la independencia de los EEUU.
Para levantar la base de esta torre, que ocupará 242.000 metros cuadrados, el grupo ArcelorMittal suministró hasta el momento 13.500 toneladas de acero, de las que 9.800 son vigas "jumbo", unas estructuras que sólo fabrica este gigante siderúrgico y que son las más densas y largas del mercado.
Con mil kilos de peso por metro y hasta 22 metros de longitud, "son unas vigas únicas, con una calidad excepcional, gran flexibilidad y resistencia que sólo se fabrican en Differdange y con material cien por cien reciclado", explicó Jacques Braun, un director comercial de ArcelorMittal.
Así, la base de la futura Torre de la Libertad nace de grandes montones de chatarra fundida y convertida en acero líquido, que toma forma de nuevo en tres líneas de rodillos donde se ajusta con mayor precisión la temperatura del interior de la viga y la dota así de mayor resistencia y flexibilidad.
"Este sistema permite crear una nueva generación de acero que va a servir, entre otros muchos proyectos, para mantener uno de los edificios más emblemáticos del mundo", resume Michael Wurth, miembro de la dirección general de ArcelorMittal y responsable de productos planos.
En números, el costo de cada metro de una viga "jumbo" ronda los 1.000 dólares (633 euros) y hasta el momento, el importe total de los pedidos que el mayor fabricante mundial de acero ha suministrado para el proyecto asciende a 30 millones de dólares (19 millones de euros).
"No hay cifras globales sobre el acero que la compañía aportará a todo el proyecto ni del importe final, porque es un contrato a largo plazo que se va negociando", explican desde ArcelorMittal.
Además del acero para la base de la Torre de la Libertad, la compañía tiene comprometidas 800 toneladas más para las últimas plantas de este edificio, así como para otras construcciones del complejo que llenará el vacío dejado por el World Trade Center tras los atentados contra las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001.
Cada una de las vigas suministradas recorrerá, primero en tren y luego en barco desde Amberes (Bélgica), los más de 7.600 kilómetros que separan Luxemburgo de Nueva York.
"Este proyecto requiere una logística muy importante", explica Robert Engle, el director de esta planta, de la que también han salido vigas "jumbo" para otros emblemáticos edificios como el Shanghai Financial Center o los rascacielos del nuevo centro de negocios de Moscú.
En Nueva York, Kenneth Lewis, uno de los arquitectos del estudio Skidmore, Owings & Merril destaca el papel esencial que juega el acero en esta construcción, donde la seguridad fue una de las claves del diseño.
"El acero se moverá con la torre. Aportará mayor flexibilidad y hará más segura la estructura", explicó Lewis sobre el diseño de un edificio que se modificó expresamente para reforzar su seguridad y que contará con 108 plantas y que culminará con una terraza acristalada a la misma altura de la que tenían las desaparecidas Torres Gemelas y una antena de telecomunicaciones.
En total, la futura torre, que requerirá una inversión conjunta de unos 3.000 millones de dólares, tendrá más de 80.000 toneladas de acero, muchas de ellas de origen europeo.
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