Luego de sufrir con tumores en la cara por 24 años, Pascal Coler es capaz de sonreír y de comer por sus propios medios. Sueña con encontrar el amor y formar una familia
Este hombre de nacionalidad francesa fue el primero en recibir un trasplante completo de rostro. Arriesgó su vida por el deseo de reinsertarse en la sociedad. Hoy disfruta de una notable mejora y consiguió su primer trabajo.
A la edad de seis años, Pascal Coler comenzó a experimentar el crecimiento de tumores dentro de su cara. El peso de su labio hizo que dejara de poder hablar y comer por sí mismo. De a poco, se fue aislando.
El hombre de 30 años se sometió a una complicada cirugía para deshacerse de la enfermedad de Von Recklinghausen, la cual lo atormentaba. Un año después del transplante, es capaz de llevar una vida como siempre soñó.
"Puedo vivir como un ser humano normal por primera vez. La gente en la calle me mira de manera muy diferente. Ya no se paran a verme ni me insultan", destacó Pascal, quien no sale de su asombro.
"Soy aceptado", destacó el hombre que se sometió a una intervención de 16 horas. "Me encantaría encontrar una mujer para casarme y formar una familia".
Su doloroso pasado
Pascal fue operado por primera vez a los 12 años. Pero las intervenciones de aquel entonces hacían poca diferencia en su desfigurada imagen. Fue el rostro de un dador anónimo el que lo ayudó a dejar atrás el nombre de "hombre elefante".
El cirujano francés Laurent Lantieri fue el responsable de llevar adelante el procedimiento. "El fracaso no es una opción", destacó Pascal, quien podría haber muerto en la mesa de operaciones o por un rechazo al rostro trasplantado.
La intervención fue todo un éxito y, seis días después, Pascal pudo ver su cara por primera vez. Su madre y su hermana lloraron de la emoción, remarcó el diario News of the World.
Ahora siente que tiene una nueva oportunidad. Jamás se dio por vencido y puede concretar los sueños que siempre anheló. En su afán por superarse, obtuvo un título universitario años atrás. Sin embargo, su condición le impedía conseguir empleo.
Hoy trabaja en una firma de contadores y disfruta de las salidas con amigos. Está ansioso por conocer el amor y formar una familia.
Este hombre de nacionalidad francesa fue el primero en recibir un trasplante completo de rostro. Arriesgó su vida por el deseo de reinsertarse en la sociedad. Hoy disfruta de una notable mejora y consiguió su primer trabajo.
A la edad de seis años, Pascal Coler comenzó a experimentar el crecimiento de tumores dentro de su cara. El peso de su labio hizo que dejara de poder hablar y comer por sí mismo. De a poco, se fue aislando.
El hombre de 30 años se sometió a una complicada cirugía para deshacerse de la enfermedad de Von Recklinghausen, la cual lo atormentaba. Un año después del transplante, es capaz de llevar una vida como siempre soñó.
"Puedo vivir como un ser humano normal por primera vez. La gente en la calle me mira de manera muy diferente. Ya no se paran a verme ni me insultan", destacó Pascal, quien no sale de su asombro.
"Soy aceptado", destacó el hombre que se sometió a una intervención de 16 horas. "Me encantaría encontrar una mujer para casarme y formar una familia".
Su doloroso pasado
Pascal fue operado por primera vez a los 12 años. Pero las intervenciones de aquel entonces hacían poca diferencia en su desfigurada imagen. Fue el rostro de un dador anónimo el que lo ayudó a dejar atrás el nombre de "hombre elefante".
El cirujano francés Laurent Lantieri fue el responsable de llevar adelante el procedimiento. "El fracaso no es una opción", destacó Pascal, quien podría haber muerto en la mesa de operaciones o por un rechazo al rostro trasplantado.
La intervención fue todo un éxito y, seis días después, Pascal pudo ver su cara por primera vez. Su madre y su hermana lloraron de la emoción, remarcó el diario News of the World.
Ahora siente que tiene una nueva oportunidad. Jamás se dio por vencido y puede concretar los sueños que siempre anheló. En su afán por superarse, obtuvo un título universitario años atrás. Sin embargo, su condición le impedía conseguir empleo.
Hoy trabaja en una firma de contadores y disfruta de las salidas con amigos. Está ansioso por conocer el amor y formar una familia.
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