Miles de personas participaron en el teatro San Martín de una ceremonia de alto contenido emocional. Los cuerpos de Escobar y de su familia fueron velados desde pasado el mediodía. Fuente: La Gaceta
La salida de la doliente caravana que acompañó a los tres féretros y su posterior tránsito por las arterias de la capital, camino al cementerio “Jardín del Cielo” ocupó varios cuadras.
El cortejo paralizó al tránsito .
Más de 2.000 personas iniciaron el cortejo fúnebre que acompañó a la familia Escobar a su última morada, en el cementerio “Jardín del Cielo”, ubicado en Alderetes. La lenta caravana, de la cual participaron unos tres centenares de vehículos, entre particulares y taxis, fue flanqueada por cientos de vecinos que se acercaron a la ruta que conduce al aeropuerto. Durante más de una hora, fue prácticamente imposible transitar por la zona. “Alguien que regalaba alegría desde las 6 de la mañana no se merecía un final tan horrible”
Familiares, colegas, amigos y cientos de seguidores de Mario Escobar se reunieron ayer en el teatro San Martín para despedir sus restos, los de su esposa, Ana María Saleme, y los de su hijo Mariano.
A media mañana, cuando se había confirmado que el principal coliseo de la provincia sería el sitio del velatorio de las víctimas del trágico choque del jueves a la noche, se inició un incesante desfile de tucumanos que querían dar su último adiós a Escobar. El dolor se reflejó en el rostro de todos los que participaron de la ceremonia, que se realizó a féretro cerrado y duró casi ocho horas. Pasadas las 20, el cortejo fúnebre partió con destino al cementerio “Jardín del Cielo” . El trágico accidente que protagonizó la familia Escobar se produjo sobre la ruta 9, a metros de la entrada a Tapia. La camioneta Isuzu en la que “Marito”, su esposa y su hijo volvían a la provincia luego de visitar Cafayate chocó de frente contra un camión, explotó y se incendió.
Luego de que se practicaron las autopsias en la morgue judicial, los cuerpos de las víctimas fueron trasladados al teatro, alrededor de las 12.30 de ayer. De inmediato, se ofició una misa de difuntos. “Se ha ido de Tucumán una voz con la que se identificó toda la provincia”, señaló en la homilía el sacerdote Marcelo Baronese.
Ultimo adiós
Durante la siesta y toda la tarde, la gente colmó la entrada y el hall del teatro. Fue especialmente conmovedor el momentos en que Pablo Escobar, de 20 años, hijo de Mario, miraba al cielo, parado junto al féretro de su padre, mientras repetía: “te amo, papá, te amo”. El joven prácticamente no se movió durante toda la tarde del lugar.
El ataúd fue cubierto con flores y envuelto por una bandera con la insignia de LV12, radio en la que se desempeñaba el periodista hasta su fallecimiento. En el lugar también se encontraban Ana María Rengel, primera esposa del conductor -quien en un momento del velatorio se descompuso y debió ser asistida-, y sus hijas, Celeste y Emilia. Los padres de Escobar se mantuvieron a corta distancia de los féretros.
Antes de que el cortejo saliera para el cementerio, monseñor Liborio Luis Randisi, párroco de La Victoria (iglesia de La Merced) rezó el último responso. Luego, un nutrido grupo de periodistas ofreció un sentido homenaje a su colega fallecido: formó un pasillo llevando en la mano velas encendidas.
5/1/08
Mario Escobar, El Ultimo Adios
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