“Hasta que la muerte (o la familia) los separe”, deberían haberle advertido a esta pareja de la India, casada desde 1989 y con dos hijos, que recién se dio cuenta que hace ya diez años que figuran como divorciados.
Resulta que cuando Meena Verman quiso realizar una denuncia contra la familia de su marido en el Acta de Protección de la Mujer contra la Violencia Doméstica, el tribunal le aseguró que no podía hacerlo, dado que en los papeles constaba que su matrimonio se había disuelto diez años atrás.
Sorprendidos, ella y su marido Virender, que se recupera desde el 2000 de un dolor de espalda, llegaron a la conclusión de que el culpable había sido el hermano de Virender, que, aprovechando sus conocimientos como abogado, habría falsificado los papeles de divorcio.
"El caso nos llegó cuando estábamos contemplando iniciar un proceso contra mi hermano y mis padres por crueldad y acoso sexual por la dote, y parece que el divorcio se realizó para deshacerse de cualquier posible petición de Meena", afirmó Virender al diario local “The Times of India”.
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