8/3/08

8 De Marzo: Dia Internacional De La Mujer

Hoy, 8 de marzo se celebra el día internacional de las mujeres. Es frecuente recibir felicitaciones, que se realicen actos alusivos a la fecha, pero aún así, un día como hoy nos deja un sabor amargo en la boca al ver la verdadera realidad de las mujeres en el mundo: violencia de género, trafico de personas, discriminación en el ámbito laboral, lapidación contra las mujeres, crímenes impunes, violaciones y femicidio.

La historia más extendida sobre la conmemoración del 8 de marzo hace referencia a los hechos que sucedieron en esa fecha del año 1908, donde murieron calcinadas 146 mujeres trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York en un incendio provocado por las bombas incendiarías que les lanzaron, ante la negativa de abandonar el encierro en el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían.

También se reconoce como antecedente a las manifestaciones protagonizadas por obreras textiles el 8 de marzo de 1857, también en Nueva York.
En el estudio realizado por Isabel Álvarez González y publicado bajo el título Los orígenes y la celebración del Día Internacional de la Mujer, 1910-1945 (KRK-Ediciones, Oviedo, 1999), el incendio que se vincula con la celebración de esta fecha no fue el 8 de marzo sino el 25 de marzo de 1911, pocos días antes de la celebración del primer Día Internacional de la Mujer, en la empresa Triangle Shirtwaist.

La manifestación a la que muchas veces se hace referencia, no habría ocurrido el 8 de marzo de 1908 ni de 1857, como muchas fuentes señalan, sino el 27 de septiembre de 1909, a partir de noviembre de 1908, en el marco de una huelga de más de trece semanas de las empleadas y empleados del sector textil que realizaron en el East Side de Nueva York. Participaron más de 20.000 obreros, en su inmensa mayoría mujeres. Durante esas 13 semanas padecieron hambre, ataque de esquiroles, detenciones (más de 600), despidos… pero consiguieron las peticiones reclamadas. El 8 de marzo de 1909 se convocó una manifestación exigiendo, de nuevo, mejoras de las condiciones para las mujeres emigradas y la abolición de la explotación infantil así como el derecho al voto de las mujeres.

Las historiadoras Liliane Kandel y François Picq afirman que el mito que sitúa la manifestación en el año 1857 fue creado en 1955 para eliminar el carácter comunista que más tarde adquiriría el Día Internacional de la Mujer.
Aún así, tal y como reconoce la historiadora Mari Jo Buhle en su obra Women and American Socialism 1870-1920, el incendio de la Triangle Shirtwaist Company fue de una gran transcendencia en la historia social de EE.UU. y del movimiento obrero y feminista al dar muerte a las obreras que en 1910, el año anterior al mismo, habían protagonizado la primera huelga llevada a cabo exclusivamente por mujeres en demanda de mejoras en su situación laboral.

Los derechos de igualdad y no discriminación de las mujeres se encuentran sancionados en una variedad de instrumentos internacionales, incluyendo la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Carta de las Naciones Unidas y, de manera más extensa, en la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres (CEDAW, por sus siglas en inglés).

Pero a pesar de todos estos instrumentos que abogan por la igualdad de la mujer, la realidad en todo el mundo nos dice otra cosa, quedando estos instrumentos en el más puro idealismo:

Ciento ochenta y cinco estados han adoptado la CEDAW, lo que nos llevaría a creer que existe un respaldo prácticamente universal de sus normas. Sin embargo, la permanencia de algunas leyes y costumbres siguen provocando que las mujeres se conviertan en ciudadanas de segunda clase y sean expuestas a abusos:

La sumisión legal en muchos países es la limitación de la mujer en su habilidad de poseer o administrar propiedades, y la falta de títulos de propiedad, incluyendo los derechos de sucesión tras el divorcio o la muerte de familiares.

Muchos estados todavía otorgan la nacionalidad y ciudadanía a los niños y las niñas exclusivamente por conducto de la línea paterna.

El libre tránsito de las mujeres en algunos estados se dificulta por leyes que requieren la tutela legal de un hombre.

La escasez de protección legal o la falta de aplicación de la ley frecuentemente permite que la violencia contra mujeres y niñas, incluyendo la violación, permanezca impune.

América Latina ha introducido algunas de las legislaciones regionales más pioneras y progresivas en materia de protección de este sector de la población, incluyendo en 1994 la primera convención de derechos humanos enfocada a la violencia contra las mujeres. Sin embargo, 10 años después de la adopción de la convención, Amnistía Internacional ha señalado que la situación regional no ha mejorado significativamente, ya que los estados miembros han fallado en el cumplimiento de las obligaciones adquiridas con este tratado.

En África, a pesar de la amplia ratificación de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, y del Protocolo de los Derechos de las Mujeres en África, los cuales consagran y comprometen la protección de todos los derechos de las féminas, persiste la discriminación y las prácticas nocivas, tales como el tráfico de personas, la violencia en conflictos armados y la mutilación genital.

Asia, el continente más grande y poblado, es también el más diverso en cuanto al progreso de los derechos de la mujer. La región cuenta con varias Comisiones Nacionales para las Mujeres. Recientemente se promulgaron legislaciones sobre los derechos de este sector en India y otros lugares. Sin embargo, falta recorrer un largo camino en cuanto a la implementación e incluso la formulación de leyes en áreas claves, incluyendo el tráfico de personas.

En un informe del Banco Mundial, se estimaba que la violencia contra la mujer era una causa de muerte e incapacidad entre las mujeres en edad de procrear tan seria como el cáncer y más frecuente que los accidentes de tráfico y la malaria juntos.
Por eso, este día, 8 de marzo, deberíamos tomar más conciencia de que para llegar a una verdadera celebración sobre los logros alcanzados por parte de la mujer, nos queda muchos caminos que recorrer; pero no sólo a las mujeres, sino también a los hombres. El año pasado por estas mismas fechas un Director General de un Organismo Público “bromeó” con qué para cuando el “día del hombre”, la respuesta de las mujeres presentes fue clara y concisa, “ojala se dejase de celebrar el día de la mujer porque eso significaría que por fin hay
igualdad y justicia”.



FUENTE: DARSE CUENTA

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