Científicos italianos anunciaron que el emperador francés no falleció envenenado con arsénico. Un análisis a sus cabellos y al de sus familiares develaron el misterio.
Así lo anunció hoy el Instituto Italiano de Física Nuclear.
"No fue un envenenamiento con arsénico lo que mató a Napoleón cuando se encontraba en la isla de Santa Elena", aseguró en un comunicado la institución científica italiana, que sometió a "exámenes meticulosos" los cabellos de Napoleón.
Los especialistas introdujeron en un pequeño reactor nuclear empleado para la investigación científica varias mechas de cabellos, recortadas en diferentes momentos de la vida del emperador francés.
Tanto los cabellos de su infancia, como de los años pasados en exilio en la isla italiana de Elba y del día de su muerte, en Santa Elena, que se encontraban conservados en museos italianos y franceses, fueron examinados.
Igualmente fueron sometidos a exámenes mechas de los cabellos de su primera esposa, Josefina, y de su hijo, Napoleón II, que tuvo con su segunda mujer, María Luisa, hija del emperador de Austria Francisco I.
Los estudiosos italianos señalaron también que fueron examinados también cabellos de personas "actualmente vivas".
Tales exámenes permitieron comparar valores claves.
"Los estudios demostraron que el arsénico presente en los cabellos de hace dos siglos es 100 veces más elevado que el que contiene un cabello de ahora", indicó la entidad.
"Los cabellos del emperador y sus coetáneos registran un nivel de arsénico alto, que sería considerado tóxico hoy en día, pero que en realidad era igual al descubierto en otras personas que vivieron en esa misma época. Se trataba de un índice habitual", recalcaron los investigadores.
"La concentración de esa sustancia no provocó la muerte de Napoleón", sostienen los físicos, cuya sede se encuentra en Milán y Pavía (norte).
Para los investigadores Napoleón no fue objeto de "un envenamiento" sino que "absorbió de manera constante arsénico".
Numerosos estudios han sido realizados en los últimos años para explicar la muerte del emperador, ocurrida a los 51 años el 5 de mayo de 1821 en el destierro de Santa Elena, una isla del Océano Atlántico, ubicada a más de 2.800 kilómetros de distancia de la costa occidental de Angola, en África.
Para algunos, el célebre personaje histórico, que gobernó Francia como consúl de 1799 a 1804 y como emperador de 1804 a 1815, murió por un cáncer en el estómago, mientras que para otros fue envenenado lentamente con arsénico, lo que fue descartado por los físicos italianos.
En el tiempo de Napoleón el arsénico era utilizado entre otras cosas como raticida.
"No fue un envenenamiento con arsénico lo que mató a Napoleón cuando se encontraba en la isla de Santa Elena", aseguró en un comunicado la institución científica italiana, que sometió a "exámenes meticulosos" los cabellos de Napoleón.
Los especialistas introdujeron en un pequeño reactor nuclear empleado para la investigación científica varias mechas de cabellos, recortadas en diferentes momentos de la vida del emperador francés.
Tanto los cabellos de su infancia, como de los años pasados en exilio en la isla italiana de Elba y del día de su muerte, en Santa Elena, que se encontraban conservados en museos italianos y franceses, fueron examinados.
Igualmente fueron sometidos a exámenes mechas de los cabellos de su primera esposa, Josefina, y de su hijo, Napoleón II, que tuvo con su segunda mujer, María Luisa, hija del emperador de Austria Francisco I.
Los estudiosos italianos señalaron también que fueron examinados también cabellos de personas "actualmente vivas".
Tales exámenes permitieron comparar valores claves.
"Los estudios demostraron que el arsénico presente en los cabellos de hace dos siglos es 100 veces más elevado que el que contiene un cabello de ahora", indicó la entidad.
"Los cabellos del emperador y sus coetáneos registran un nivel de arsénico alto, que sería considerado tóxico hoy en día, pero que en realidad era igual al descubierto en otras personas que vivieron en esa misma época. Se trataba de un índice habitual", recalcaron los investigadores.
"La concentración de esa sustancia no provocó la muerte de Napoleón", sostienen los físicos, cuya sede se encuentra en Milán y Pavía (norte).
Para los investigadores Napoleón no fue objeto de "un envenamiento" sino que "absorbió de manera constante arsénico".
Numerosos estudios han sido realizados en los últimos años para explicar la muerte del emperador, ocurrida a los 51 años el 5 de mayo de 1821 en el destierro de Santa Elena, una isla del Océano Atlántico, ubicada a más de 2.800 kilómetros de distancia de la costa occidental de Angola, en África.
Para algunos, el célebre personaje histórico, que gobernó Francia como consúl de 1799 a 1804 y como emperador de 1804 a 1815, murió por un cáncer en el estómago, mientras que para otros fue envenenado lentamente con arsénico, lo que fue descartado por los físicos italianos.
En el tiempo de Napoleón el arsénico era utilizado entre otras cosas como raticida.
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