Las líneas telefónicas en la mansión donde el príncipe Carlos mantenía encuentros sexuales con Camilla Parker Bowles cuando estaba casado con la princesa Diana de Gales fueron pinchadas para escuchas secretas, según reveló una investigación de la Corte Suprema de Londres.
El descubrimiento, de acuerdo a lo señalado por la agencia Ansa, generó temores de escuchas telefónicas generalizadas durante la década de 1990 a miembros de la Familia Real, a cargo de funcionarios de los servicios secretos MI5 y GCHQ.
Detalles de las escuchas se conocieron en una investigación secreta por las grabaciones entre Carlos y Camilla en 1989, denominadas por la prensa "Camillagate" en la que se revelaban intimidades sexuales de la pareja.
La transcripción completa de esas grabaciones sólo se hicieron públicas en 1992, semanas después de las llamadas "Squidgygate", que eran escuchas telefónicas entre Diana y su amante James Gilbey.
Ambas grabaciones fueron un duro golpe para la familia real, ya que incluían detalles privados como que Carlos le dijo a Camilla que quería ser su "tampón".
Los detalles de la investigación secreta por el "Camillagate" fueron dados a conocer durante el juicio por la muerte de Diana y de su pareja Dodi Al-Fayed.
Lord Robert Fellowes, por entonces secretario privado de la reina Isabell II, declaró que en abril de 1993, la evidencia indicó que "una línea telefónica fija fue pinchada para escuchas telefónicas".
El sitio donde se realizó la escucha no fue dado a conocer públicamente, pero se estima que fue Eaton Hall en Cheshire, la mansión del mejor amigo de Carlos, el poderoso duque de Westminster.
El príncipe de Gales habría mantenido varios encuentros clandestinos con Camilla en ese palacio.
Por su parte, el ex director del GCHQ John Adye, que estuvo al frente de ese organismo de 1989 a 1996, negó ante la corte londinense que los espías realizaran escuchas telefónicas a Diana.
El descubrimiento, de acuerdo a lo señalado por la agencia Ansa, generó temores de escuchas telefónicas generalizadas durante la década de 1990 a miembros de la Familia Real, a cargo de funcionarios de los servicios secretos MI5 y GCHQ.
Detalles de las escuchas se conocieron en una investigación secreta por las grabaciones entre Carlos y Camilla en 1989, denominadas por la prensa "Camillagate" en la que se revelaban intimidades sexuales de la pareja.
La transcripción completa de esas grabaciones sólo se hicieron públicas en 1992, semanas después de las llamadas "Squidgygate", que eran escuchas telefónicas entre Diana y su amante James Gilbey.
Ambas grabaciones fueron un duro golpe para la familia real, ya que incluían detalles privados como que Carlos le dijo a Camilla que quería ser su "tampón".
Los detalles de la investigación secreta por el "Camillagate" fueron dados a conocer durante el juicio por la muerte de Diana y de su pareja Dodi Al-Fayed.
Lord Robert Fellowes, por entonces secretario privado de la reina Isabell II, declaró que en abril de 1993, la evidencia indicó que "una línea telefónica fija fue pinchada para escuchas telefónicas".
El sitio donde se realizó la escucha no fue dado a conocer públicamente, pero se estima que fue Eaton Hall en Cheshire, la mansión del mejor amigo de Carlos, el poderoso duque de Westminster.
El príncipe de Gales habría mantenido varios encuentros clandestinos con Camilla en ese palacio.
Por su parte, el ex director del GCHQ John Adye, que estuvo al frente de ese organismo de 1989 a 1996, negó ante la corte londinense que los espías realizaran escuchas telefónicas a Diana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario