Se trata de un aparato de los EEUU que dejó de funcionar y pierde fuerza de propulsión. La nave caerá a fines de febrero, aunque no se reveló el lugar
Lanzo lo informó hoy el portavoz del Pentágono, Bryan Whitman.
"Estamos al tanto y seguimos la situación de cerca", dijo Whitman, quién no quiso ofrecer más detalles sobre las características del aparato ni el lugar dónde se prevé que impacte.
Expertos en satélites citados hoy por el diario The New York Times señalaron que podría tratarse de un satélite experimental especializado en la toma imágenes que fue lanzado en 2006.
Los satélites espía se maniobran en el espacio a órbitas bajas para poder cumplir con las necesidades de la vigilancia militar, y precisan de un combustible altamente tóxico como el hydrazine, de acuerdo con los citados expertos.
Los especialistas consultados por The New York Times indicaron que el hydrazine se puede quemar si se rompe el tanque en el momento de entrar en la atmósfera, algo probable que ocurra.
Estados Unidos posee una gruesa red de satélites que monitorean la Tierra, entre ellos radares y telescopios de gran potencia.
Por último, Whitman recordó que desde hace 50 años han reingresado en la atmósfera terrestre alrededor de 17.000 objetos creados por el hombre.
Varias agencias gubernamentales estudian la situación, para evitar que se produzcan daños mayores, según reconoció el pasado sábado Gordon Johndroe, portavoz del Comité de Seguridad Nacional, que depende de la Casa Blanca.
El funcionario recordó, sin embargo, que cada año varios satélites se salen de su órbita y caen sin causar daños.
"Estamos al tanto y seguimos la situación de cerca", dijo Whitman, quién no quiso ofrecer más detalles sobre las características del aparato ni el lugar dónde se prevé que impacte.
Expertos en satélites citados hoy por el diario The New York Times señalaron que podría tratarse de un satélite experimental especializado en la toma imágenes que fue lanzado en 2006.
Los satélites espía se maniobran en el espacio a órbitas bajas para poder cumplir con las necesidades de la vigilancia militar, y precisan de un combustible altamente tóxico como el hydrazine, de acuerdo con los citados expertos.
Los especialistas consultados por The New York Times indicaron que el hydrazine se puede quemar si se rompe el tanque en el momento de entrar en la atmósfera, algo probable que ocurra.
Estados Unidos posee una gruesa red de satélites que monitorean la Tierra, entre ellos radares y telescopios de gran potencia.
Por último, Whitman recordó que desde hace 50 años han reingresado en la atmósfera terrestre alrededor de 17.000 objetos creados por el hombre.
Varias agencias gubernamentales estudian la situación, para evitar que se produzcan daños mayores, según reconoció el pasado sábado Gordon Johndroe, portavoz del Comité de Seguridad Nacional, que depende de la Casa Blanca.
El funcionario recordó, sin embargo, que cada año varios satélites se salen de su órbita y caen sin causar daños.
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