Un hombre de 37 años que trabajaba limpiando vidrios de un rascacielos en Nueva York, cayó de un andamio colgado a 150 metros de altura y sobrevivió, pese a las fracturas y los graves daños en sus órganos.
Se trata de Alcides Moreno, un inmigrante ecuatoriano, que se encontraba junto a su hermano menor, Edgar, limpiando los vidrios del piso 47 de un edificio ubicado en la calle 66 de esa ciudad norteamericana.
En un momento dado, mientras se encontraban en su labor, la plataforma cedió y los dos cayeron. Edgar murió en forma instantánea al chocar contra el piso. Alcides sobrevivió milagrosamente, aunque con graves daños en el cerebro, la médula, los riñones, el abdómen y dos piernas rotas.
Según comentaron los familiares a la prensa estadounidense, ambos habían decidido subir a trabajar, pese al intenso frío que hacía ese día y a que desconfiaban de la seguridad del andamio.
Pero uno de sus supervisores les había asegurado que las fallas habían sido ajustadas y los hermanos Moreno decidieron subir, pese a que no tenían arneses para realizar su trabajo y lo único que los mantenía en el aire era una plataforma defectuosa.
Minutos después de caer, Moreno recibió la inmediata transfusión de 24 unidades de sangre, plasma y le realizaron nueve operaciones.
"Cuando los obreros caen desde más arriba que el piso 10, la mayoría de las veces ni siquiera los vemos, porque van directo a la morgue. Si cree en los milagros, este es ciertamente uno", dijo el cirujano Phillip Barie, del Hospital Presbiteriano donde está internado Alcides Moreno.
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